Por qué los langostinos son una buena fuente de proteína magra

Alto contenido proteico, baja grasa

Uno de los principales beneficios de los langostinos es su alto contenido en proteínas de alta calidad. En promedio, 100 gramos de langostinos cocidos aportan alrededor de 20 a 24 gramos de proteína, una cantidad similar o incluso superior a la de algunas carnes magras terrestres.
A la vez, contienen menos de 2 gramos de grasa total, lo que los convierte en una opción ideal para quienes buscan controlar su peso o reducir el consumo de grasa animal.

Además, a diferencia de otros mariscos más grasos como el salmón o el atún, los langostinos aportan una energía más ligera, sin dejar de ofrecer una excelente cantidad de nutrientes esenciales.

Equilibrio entre proteínas y calorías

Otro punto a favor es su bajo aporte calórico. Con menos de 100 calorías por cada 100 gramos, los langostinos son perfectos para incluir en dietas hipocalóricas, deportivas o de control metabólico.
Esto significa que es posible disfrutar de una porción generosa de langostinos sin preocuparse por el exceso calórico, al mismo tiempo que se obtiene una dosis significativa de proteína que contribuye a la saciedad y al mantenimiento de la masa muscular.

Aminoácidos esenciales y biodisponibilidad

No todas las proteínas son iguales. La calidad de una proteína se mide por su composición en aminoácidos esenciales y su biodisponibilidad, es decir, la capacidad del organismo para absorber y utilizar esos aminoácidos.
En este sentido, los langostinos destacan por contener todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo humano no puede producir por sí mismo. Esto los convierte en una proteína completa, al nivel de los mejores alimentos de origen animal.

Gracias a su excelente digestibilidad, el cuerpo asimila con facilidad sus nutrientes, lo que los hace muy recomendables para deportistas, personas mayores o quienes se recuperan de lesiones o enfermedades.